jueves, 14 de marzo de 2013

Porque abstenerse. Explicación para los que no quieren la jornada continua

Primero un caso práctico y cercano.

En 2012, la votación de los padres del CEIP Francisco de Quevedo de Leganés dió los siguientes resultados, disponibles en su Web:
  • Número total de personas con derecho a voto: 705
  • Número total de papeletas recogidas: 449
  • Porcentaje de votantes: 63,68%
  • Número de votos afirmativos: 353
  • Número de votos negativos: 96
  • Votos en blanco: 0
  • Votos nulos: 0
  • Porcentaje de votos afirmativos en función de los votos emitidos: 78,61%
Por no haberse superado los 2/3 de participación, se invalidó la consulta. A pesar de que 353 personas votaron a favor de la jornada continua frente a los 96 que votaron en contra, se invalidó la consulta porque 449 votos no supera los 2/3 del censo.

Que habría pasado si 21 personas que no quieren la jornada continua, hubiesen ido a votar, para expresar su opinión y que constase...

  • Número total de personas con derecho a voto: 705
  • Número total de papeletas recogidas: 470
  • Porcentaje de votantes: 66,67%
  • Número de votos afirmativos: 353
  • Número de votos negativos: 117
  • Votos en blanco: 0
  • Votos nulos: 0
  • Porcentaje de votos afirmativos en función de los votos emitidos: 75.11%
Se habría superado el límite de 2/3 participación y habría salido adelante la jornada continua.

En determinados procesos de consulta, como lo es modificar algunas partes de nuestra constitución, se exige una mayoría cualificada o reforzada. Esto es así porque el legislador considera que lo que se está modificando tiene especial relevancia y requiere "un amplio consenso", y eso no lo garantiza un 50.07% del censo, ya que al año siguiente podría haber un cambio de sentido de voto.

En este tipo de consultas, la abstención impide que se tome la decisión, y viene a significar que el objeto de la consulta no debería haberse sometido a votación.